INDEPENDENCE DAY: CONTRAATAQUE [CINE]
La temporada de verano en cuanto a blockbusters está siendo bastante aburrida, decepcionante y anodina. Algo normal, pues los films revienta taquillas a los que estamos acostumbrados en estas fechas suelen ser así. Pero este año venían con la etiqueta de grandes esperanzas por tratar de sacudir un poco este letargo soporífero que es la estación estival. Pues queridos lectores, debemos seguir esperando el estreno de 'Escuadrón suicida' como agua de Mayo pues el hastío sigue reinando en estos pelotazos veraniegos en las salas de cine. Si hace unas semanas se nos caían los lagrimones (por decepcionante que no por emocionante) con la esperada secuela de 'Buscando a Dory', y no hace mucho más queríamos sacarnos los ojos a lo vivo mientras veíamos 'Dioses de Egipto', con este impostado blockbuster de la factoría Roland "Cómo me gusta destruir el mundo" Emmerich, no iba a ser menos, 'Independence day: contaataque' no defrauda: es tan mala, vacía, sosa, repetitiva y descabellada como uno podría esperar.
Muchas ansias no había por ver 20 años después un film que en su momento causó el taquillazo que...
...causó (aún nadie sabe porqué este suceso, o tal vez fuera que también por aquella época las 'Space Girls' eran número uno en ventas...el mundo estaba chungo, si) pero uno siempre está preparado para asumir que este tipo de films es simple pasto de palomitas, doritos, perritos calientes o medio costillar de cordero según el bar que haya en el multicine. No es un cine que engañe, promete piruetas, giros imposibles, muchas explosiones, frases de macho alfa y ningún sentido racional en el guión. No hay donde aferrarse para tratar de empatizar con la historia que vimos hace dos décadas. Ni tan siquiera un rostro conocido que nos provoque la media sonrisa como hubiera sido volver a ver al personaje de Will Smith. Debemos conformarnos con varias sombras del pasado (Goldblum y Pullman) que tratan inútilmente de crear una conexión inexistente entre lo que se ve en la pantalla y el espectador, que durante la primera hora sigue devorando sus doritos mojados en güacamole.
Emmerich no va a sorprender a nadie. Nunca ha sido ese su juego. Su cine es de evasión, por supuesto. Y sabe las reglas. Pero eso no es óbice para dar al menos un par de toques a la máquina de escribir o al teclado de su ordenador para construir un par de frases lógicas en el guión, alguna trama que merezca la pena, una o dos escenas con enjundia o...¿por qué no? Una historia que transmita algo más que demostrar lo bestia que son los chicos de los FX que tras 20 años han pasado del Spectrum 28k a tocar casi la realidad virtual. Pero poco más se puede sacar en claro de esta secuela remozada y actualizada de lo que ya aportó en su momento su predecesora (que tampoco es que fuera 'El séptimo sello').
Al cine de acción y aventura se le pide entretenimiento. Bien, aquí al menos te lo ofrecen en ocasiones. Sin embargo, es tal el letargo en el que sume el realizador al espectador durante los 120 minutos de mucho ruido y cero nueces, que uno siente la necesidad repetitiva de mirar su reloj y ver cuánto le queda al pastiche de marras. El elenco de nuevos rostros (Hemsworth, Usher y compañía) nada traducen al visonado de la película y llegan a formar parte de los decorados en casi todo el metraje. Con la carencia de diálogos, tramas, desarrollo que deambula entre una opción u otra es difícil que la poca consistencia del guión pueda sostener un elaborado conjunto de escenas de acción que harán las delicias a los amantes de los videojuegos. Poco más.
'Independence day: contraataque' es simplemente la versión 2.0 de su antecesora. Y aquello de la frase esa de "burro grande...ande o no ande" aquí no cuela. Este burro ni anda ni se le espera que lo haga. No hay avance en la historia, ya que no hay historia. No hay novedad en el guión ya que no hay guión. No hay sorpresa ni motivación como espectador ya que el espectador hace rato que terminó sus doritos y está pensando si meter mano a la bolsa de ganchitos que su compañero de butaca aferra entre sus manos como si no hubiera un mañana.
VALORACIÓN: 4/10
Bastante de acuerdo amigo... mucho ruido y pocas nueces, pero tampoco esperaba mucho mas
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