AMERICAN SNIPER [CINE]

Muy oportuna película (aunque muchos creerán que es oportunista) de Clint Eastwood que regresa al género bélico tras su díptico sobre la Segunda Guerra Mundial ('Cartas desde Iwo Jima' y 'Banderas de nuestros padres') pero esta vez sin la correspondiente réplica del otro bando. En esta ocasión Eastwood revisita sus demonios que ya mostró en 'El sargento de hierro' para ofrecernos su personal y muy discutible opinión del conflicto mundial que supone la guerra contra el terrorismo. Cuando aún resuenan los ecos de los atentados acaecidos en París (enero 2015) el estreno de esta polémica adaptación de la biografía del protagonista, Chris Kyle, se nos antoja bastante acertada en su directa forma y trasfondo, pero quizás podamos echar de menos un tono más crudo y visceral que en otras ocasiones nos ha ofrecido Eastwood que el mero empleo del objetivo personal en el que se basa el film. Como toda biografía y su correspondiente adaptación al film se acoge a la versión que se nos muestra como eje fundamental de la trama. No podemos ver nada más que a través de los ojos de este francotirador. De forma fría y distante (como sus disparos) el director es consciente de que se siente a gusto con la historia que cuenta y...





...no trata de ocultar su afinidad por este "héroe" de la trágica crónica de la guerra que se mantiene en Irak, Afganistán y Oriente Medio. No hace concesiones de cara a la galería y lo que en un principio nos pueda parecer las justificaciones que hace el realizador al enseñarnos la infancia y educación del protagonista, no es sino la constatación que hace Eastwood de los valores que tienen muchos como excusa a la hora de defender cualquier contienda.


La familia, la religión y el amor a la patria son los tres pilares en los que se levanta esta (por momentos) épica visión personal del tristemente famoso francotirador de los Navy Seals. Con más de 160 asesinatos (o blancos según quien te hable) en su haber, Chris Kyle (Bradley Cooper) es presentado como un guardián de los valores puritanos que defiende los EEUU bajo el concepto de gran familia unida. Y como defensor que es debe soportar todo el peso de esa responsabilidad bajo sus hombros. La confrontación entre estar en el frente y regresar a su hogar junto a su mujer e hijos es valorada por Eastwood como el infierno personal que debe sufrir su figura para que lleguemos a empatizar con él. No desea nada más que proteger a los suyos y de la misma manera que mata en el frente, a distancia y con frialdad, se comporta con los suyos.


Eastwood, convencido republicano y seguramente socio de la Sociedad del Rifle, no tiene en tapujos en levantar este biopic al francotirador como si de una santificación se tratara. Defiende a su personaje, lo hace humano en el frente, lo interioriza ante sus víctimas y deja ver que es sólo un arma en manos de una maquinaria de guerra que sirve para fines tan nobles como proteger al hermano que está en peligro. La patada en el estómago que nos da nada más comenzar el film con su primera víctima bajo el punto de mira, puede llevar al engaño al espectador, pues no estamos ante un film de denuncia al más puro estilo de 'En tierra hostil' o 'Jarhead'. Eastwood quiere demostrar que nuestro ángel custodio tiene la obligación de realizar actos grotescos e inimaginables con el fin de salvar a los suyos. A su bandera, a sus compañeros, a sus hermanos. Basa toda la fuerza de la historia en el enfrentamiento desde la lejanía entre el francotirador norteamericano y un francotirador sirio, Mustafá, con el que se batirá entre las azoteas a lo 'Enemigo a las puertas'. Otro recurso para que conectemos con la odisea de este soldado. 


Seguramente será una de las películas más odiadas por Michael Moore pero es valiente a la hora de no embarrarse con divagaciones sobre la moralidad de los actos de su personaje. Lo defiende y lo esgrime en pantalla desde la admiración que profesa. Podemos entrar a valorar si es justificado o no este film como baluarte de la sociedad americana, pero no nos engañemos. Por muy plural y globalizado que sea Hollywood aun quedan tipos como Eastwood que son fieles a si mismos. Del mismo modo que rueda piezas de arte como 'Sin perdón' también exponen sus principios y motivaciones personales a través, como en este caso, de la fría y sanguinaria punta de un rifle. Cine sin miramientos. Muy vapuleada por los sectores más liberales que sólo ven propaganda pro-republicana (en EEUU).


Pero lejos de la polémica y sólo hablando en términos cinematográficos debemos hacer constar que no es el mejor film de Eastwood pero eleva su tono plácido y durmiente que tenía desde hacía un tiempo. En la línea de 'J. Edgar' pero sin tanta poesía. Un derechazo de un ferviente creyente en la gloria militar, el honor y los códigos establecidos en la batalla. Uno no tiene porqué comulgar con nada de lo que Eastwood postula como dogmas que edifican una sociedad que se ha creado así misma a base de guerras y poder absoluto. Son consecuencia de su propia forma de ser. Beligerantes y con la facilidad de justificar cualquier acto de violencia con el famoso "ojo por ojo" que tanto les gusta blandir. Lo triste es que un director como Clint Eastwood tenga que utilizar recursos tan bajos y manidos como la repugnante escena en la que un niño es mutilado, torturado y asesinado por uno de los terroristas para que el espectador promueva el mensaje de "justicia" que imparten los marines y los Navy Seals bajo el estandarte de 'El Castigador' (nefasto el gusto de los marines al utilizar ese logotipo en la realidad).


Nos quedamos con la impronta de un buen film, con buen acabado, excelentes actuaciones (Bradley Cooper toca todos los matices de su personaje de manera convincente y Sienna Miller contrapone el nexo de sentido común que necesita la historia) y un manejo sobrio de la cámara. Queda la gran duda de saber si el gran Clint volverá a darnos una obra más (su edad hace que cada vez sea más difícil) ya que si por desgracia no volviera a dirigir nunca más, nos dejaría este agridulce film. Eastwood ya no tiene que justificarse ante nadie por su cine, no tiene por que ser abanderado de ninguna causa. Ya ha demostrado mucho y bueno de lo que su buen ojo sabe hacer. Hoy por hoy, solo tenemos de él un viejo recuerdo de su mala leche y doble sentido moral que daba a sus films. 'American Sniper' es rudamente su epístola de amor incondicional hacia sus queridas barras y estrellas, que aunque manchadas de sangre, tanto suya como ajena, siguen hondeando como los "ángeles" guardianes que se autoproclaman. A pesar de ello...Gracias por todo,Clint. 

VALORACIÓN: 7/10

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