NON-STOP (SIN ESCALAS) [CINE]
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Ver a Liam Neeson y Julianne Moore (que ya trabajaron en 'Chloe', 2009) atrapados en un avión sonaba interesante. Aunque la trama a priori se presenta como un complicado puzzle en el que debemos prestar atención a los detalles, por muy pequeños que nos parezcan, los primeros veinte minutos se dejan ver por la grata impresión de que volvemos a jugar al eterno entretenimiento del psicópata que manipula a su antojo al protagonista. Las sabias formas de envolver al personaje de Neeson en una turbia neblina de sospecha, la manera en que villano y protagonista interactúan (las redes cada vez más omnipresentes en el cine actual), o la abrupta manera en que todo gira nada más despegar el avión se difuminan en cuanto el director hace girar demasiado las tornas y con excesivo ímpetu somete al espectador a una constante rueda de reconocimiento de sospechosos.
De improbable que parezca la historia convence en su punto de partida. Pero el tremendo error de Serra es recalcar una y otra vez que el villano puede ser cualquiera. El personaje de Neeson pasa de mediocre a héroe con la misma facilidad que de sopechoso a para paranoico. Por momentos la película se transforma en aquel estupendo juego de los 80's, 'Cluedo', para enseguida convertirse en '¿Quién es quién?', dejando atontado al público con la cantidad de incongruencias y trampas del guión, creyendo que cuanta más información falsa nos dé mayor disfrute tendremos. Craso error. Los numerosos personajes que pululan por la pantalla (excesivos en ocasiones) y con poco o ningún peso en el film, hacen que apariciones como la de Julianne Moore se nos antojen como: "salgo en esta película para cobrar el cheque y punto".
Nos quedamos con un par de palmos de narices en el transcurso del film. Por breves instantes pasamos de pasajes de 'Plan de vuelo: desaparecida' a 'Vuelo nocturno' (de Wes Craven), ambas del 2005, y nos deja hasta delirantes momentos que tratan de evocar 'United 93' (2006) pero que se quedan en caricaturas de 'Delta Force' (1986). Tratar de mezclar en una cocktelera tan pequeña demasiados géneros ha eclipsado a los guionistas de 'Non-stop' (hasta tres guionistas aparecen en los créditos). Pero la traca nos viene de la mano de su productor, Joel Silver, que recordando los buenos tiempos en los que era el rey del mambo en la década de los 80's y principios de los 90, ha querido regalarnos un descabellado final digno de cualquier bodrio de Steven Seagal.
Una lástima que Serra haya preferido envolverse con el papel maché de 'Vanity Fair' que leer algún número de 'Cashiers du cinema', pero qué se le va a hacer, el thriller que maneja Neeson tiene estas cosas, por lo que deseamos que vuelva a intentar ser el gran actor que es. Punto y aparte son sus continuadas desventuras bizarras de su familia en 'Venganza' (2008) y su secuela 'Conexión Estambul' (2012) que tendrán colofón en 'Taken 3' (2015). Esperemos que al menos tras 'Non-stop' no le dé por subirse de nuevo a un avión.
VALORACIÓN: 3 / 10
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