MI GRAN BODA GRIEGA 2 [CINE]
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La familia griega de los Portokalos vuelve con novedades: Toula (Nia Vardalos) e Ian (John Corbett) tras casi 15 años casados, han perdido el romanticismo y, para colmo...
...tienen que lidiar con una hija adolescente (Paris, interpretado por Elena Kampouris), que se resiste a formar parte de las tradiciones griegas familiares.
Pero el problema no llega hasta que Gus (Michael Constantine) se da cuenta de que los papeles de su boda con María (Lainie Kazan) no están firmados. Es decir, ¡no están casados! Un maravilloso motivo para volver a celebrar una gran boda griega.
Si bien la primera parte fue un éxito por su humor y situaciones patosamente humanas, la segunda parte no se queda atrás. El clan de los Portokalos, al que cogimos cariño en 2002 cuando se estrenó la película, sigue mostrando la misma empatía y ternura en la segunda parte. El humor ha evolucionado para mejor, saliendo de los tópicos y sin reutilizar bromas de la película anterior. Si bien el guión no va a salvar el mundo, es una comedia ligera, de buen ritmo (exceptuando alguna escena prescindible, que podría caer en el lacrimógeno fácil), con puntos realmente brillantes. Es notable la química entre todos los personajes, tan natural que hace ser parte de aquella familia griega desde el minuto uno. Y es que el guión no se centra en las excentricidades griegas sino en las extrañas tradiciones familiares en las que muchos en la sala podemos sentirnos identificados de alguna manera.
El único “pero” que se podría poner a la película es que el humor no sale de lo “amable” y no arriesga. Sin embargo, si en la primera saga es evidente que funcionó, en esta lo hará con mayor fuerza. Mención especial a Nia Vardalos (interpreta a Toula, protagonista de la historia, y es también guionista en la película), cuyo trabajo delante y tras las cámaras es siempre delicadamente cuidado.
Por Ana Arbex (@anatriplea)
VALORACIÓN: 8/10
...tienen que lidiar con una hija adolescente (Paris, interpretado por Elena Kampouris), que se resiste a formar parte de las tradiciones griegas familiares.
Pero el problema no llega hasta que Gus (Michael Constantine) se da cuenta de que los papeles de su boda con María (Lainie Kazan) no están firmados. Es decir, ¡no están casados! Un maravilloso motivo para volver a celebrar una gran boda griega.
Si bien la primera parte fue un éxito por su humor y situaciones patosamente humanas, la segunda parte no se queda atrás. El clan de los Portokalos, al que cogimos cariño en 2002 cuando se estrenó la película, sigue mostrando la misma empatía y ternura en la segunda parte. El humor ha evolucionado para mejor, saliendo de los tópicos y sin reutilizar bromas de la película anterior. Si bien el guión no va a salvar el mundo, es una comedia ligera, de buen ritmo (exceptuando alguna escena prescindible, que podría caer en el lacrimógeno fácil), con puntos realmente brillantes. Es notable la química entre todos los personajes, tan natural que hace ser parte de aquella familia griega desde el minuto uno. Y es que el guión no se centra en las excentricidades griegas sino en las extrañas tradiciones familiares en las que muchos en la sala podemos sentirnos identificados de alguna manera.
El único “pero” que se podría poner a la película es que el humor no sale de lo “amable” y no arriesga. Sin embargo, si en la primera saga es evidente que funcionó, en esta lo hará con mayor fuerza. Mención especial a Nia Vardalos (interpreta a Toula, protagonista de la historia, y es también guionista en la película), cuyo trabajo delante y tras las cámaras es siempre delicadamente cuidado.
Por Ana Arbex (@anatriplea)
VALORACIÓN: 8/10
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